De Frente al Fin del Mundo

Marte nos cedió su fuego, carraspea la ira bastante mal,
nos debatimos entre blanco, gris o negro,
querubín de alma herido se precipita al suelo,
ya no llores más por mí, que yo estoy hecho de humeante incienso.

Las colmenas de planetas venciendo toda gravedad,
yo me abrazo a tu cuerpo ignorando el temor de la humanidad,
soy más fuerte abrazado a tu piernas sutiles y convexas,
soy más ágil si beso la figura triangular que hay en tu tela.

Yo soy de vientos y planetas, de continentes y volcanes,
de camas que seguro me recuerdan, de polvo de estrellas manantiales.
Yo soy de intensidad, de las cinco de la tarde, de guitarra y ciudad,
de magia, de asfalto en carretera, de diciembre y de junio,
de marzo y de mayo, de playas y poemas, de no estar y de quedarme,
de tus ojos sus pestañas, de tus pestañas deseos, del deseo componente,
de orgasmos fabricante, del amor explorador, de ti y nada más…

Yo por ti soy capaz, de sentarme a la orilla del camino
a ver pasar el desastre mientras te hago una broma de etiqueta,
de quedarme a ver la película completa y esperar hasta el final…

Yo por ti soy capaz y valiente, incluso de frente al fin del mundo
porque el paraíso ya lo tengo en tus pestañas guapas,
que me hablan, compulsivas y aeróbicas, de tus miradas…

© Copyright – Messieral | Luis Eduardo – Poesía
Ciudad de Guatemala 14/02/2016

Muchas gracias por sus ojos,
también les invito a leer:

De lo que está hecho el cielo (Parte I)
De lo que está hecho el cielo (Parte II)
Dos semanas con Sade y Storni

3 comentarios sobre “De Frente al Fin del Mundo

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